lunes, 19 de diciembre de 2016

Circular por el Santuario de la Virgen de la Cabeza desde el Encinarejo

Una gran ruta, de casi 20 kilómetros de marcha en subida y bajada constante, es la que podemos hacer por el mismísimo corazón del Parque Natural de la Sierra de Andujar y es la que partiendo desde la misma presa del Encinarejo nos acercará hasta el Santuario de la Virgen de la Cabeza y bajaremos hasta el río Jándula por el primitivo recorrido que realizan miles de peregrinos desde Andujar.




Una vez vista la presa del Encinarejo y dejado el coche en un lugar que no moleste volveremos hasta encontrarnos con una cancela que delimita la entrada a una finca del estado, a su derecha hay una senda que sube y que tomaremos.


Pasaremos una cancela que cerramos a nuestro paso y nos adentraremos en pinares de repoblación que se plantaron para evitar que se colapsaran las zonas anexas al pantano.



Conforme vamos subiendo las vistas serán cada vez más amplias, pero nada mas comenzar veremos el poblado que se creó al lado de la presa de Encinarejo para los trabajadores que se emplearon en su construcción.


Si vamos en primavera tendremos la oportunidad de encontrarnos con distintas especies de narcisos durante el trayecto.



El camino de la Lancha lo veremos frente a nosotros, otro lugar mítico en estas serranías donde se dan cita cientos de buscadores del felino más amenazado del mundo: el lince ibérico.


La primera parada obligatoria es en el área recreativa "El Jabalí" a medio camino entre el Encinarejo y el Santuario, un lugar donde poder tomar fuerzas y refrescarnos en su fuente.




La cruzaremos y veremos las indicaciones hacia "El Cabezo" lugar coronado por el santuario de la Virgen de la Cabeza, seguiremos en constante subida por senderos y algún tramo de carril. Todo el camino se encuentra perfectamente señalizado por pinturas y balizas de madera.



Otra vez continuamos por este magnífico ejemplo de monte mediterráneo donde con alguna suerte veremos el vuelo del águila imperial, e incluso pasaremos cerca de algún que otro nido que esta escasa rapaz tiene a los pies del santuario y que a pocos metros   pasan miles de personas sin percatarse de la joya animal que los observa desde su posadero.


Ya a poca distancia del poblado entraremos en un carril que nos conduce hasta la misma base del santuario, este es el recorrido que realizan las carretas que vienen desde Andujar cuando se celebra la romería el último fin de semana del mes de abril.



Podemos llegar hasta el mismo santuario y admirar los paisajes que se observan desde el mismo, merece la pena. Y el que sea creyente estará pisando un lugar al que acuden cientos de miles de peregrinos.


Ahora deberemos de buscar el camino que nos lleva a la bajada que nos acerca hasta Lugar Nuevo, para ello seguiremos las señales que indican el camino de los peregrinos hasta Andujar. Se encuentra cerca del cuartel de la Guardia Civil.


Desde ese carril tendremos otras perspectivas del cerro del cabezo y a unos dos kilómetros nos saldrá una nueva indicación a nuestra izquierda que nos manda hacia el mirador del peregrino, las vistas sobre el Valle del Jándula son apoteósicas.




Sin duda no debemos de mirar solo hacia el cielo en busca del águila imperial, en el suelo observaremos deposiciones del lince ibérico sin lugar a duda, sobre todo en esta bajada hasta lugar nuevo. y es que estamos en el corazón de la mayor reserva mundial del lince ibérico.



En constante bajada por un sendero perfectamente señalizado llegaremos hasta lugar nuevo.




Justo antes del puente que cruza el Jándula y que nos llevaría de regreso hasta Andujar, debemos de tomar el carril hacia nuestra izquierda para acercarnos hasta el área recreativa la recta, que se encuentra justo en la carretera de acceso hasta el santuario.


Este tramo son unos 4 kilómetros y es el único por el que el paso está restringido y deberemos pedir permiso para transitar por el. O bien arriesgarnos a pasar y cuando nos pare algún guarda decir que "no sabíamos nada". Eso si comentar que el permiso nos lo dan sin ninguna pega.




Otra parada podemos hacerla en dicha área recreativa con posibilidades de ver el martín pescador y la nutria en las aguas del mismo.


Saldremos a la carretera y doblaremos a nuestra derecha en busca del puente que cruza el Jándula, y justo antes volver a torcer al carril que sale a nuestra izquierda y se adentra hacia el Encinarejo.




Pasaremos por la pista desde la que se divisa el Barranco de San Martin, otra buena atalaya para la observación de linces.

Tan solo nos queda bajar hasta donde tenemos aparcado el coche y habremos realizado una exigente y excepcional ruta que nos ha hecho conocer una buena parte de este maravilloso parque natural. La mejor época es la primavera, aunque otoño e invierno también son provechosas sobre todo si evitamos lluvias recientes. El verano no es recomendable por las altas temperaturas.

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