La seta fasciculada, Hypholoma fasciculares, es bastante común poder verla por los pinares de Cardeña, Montoro y en Sierra Madrona aunque al parecer crece en cualquier tipo de bosque, asociandose a los tocones o raices de los àrboles. Igualmente se ve más durante el otoño pero se puede observar durante todo el año. Hay que tenerle el debido respeto ya que es tóxica, aunque ciertamente es dificil de comerla ya que su sabor, a pesar de que se cocine, es muy amargo al parecer.
El sombrero puede tener un diámetro de unos 5 a 10 centímetros que pasa por diversas formas, primero globosa, luego convexa y finalmente plano convexa, aunque son pocos los ejemplares que pueden llegar a tener esa forma plana.
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